Lectio 17 de Diciembre de 2023

CONTENIDO: Lectio divina con el evangelio del Domingo III de Adviento. San Juan (1,6-8.20-28). (17 de diciembre de 2023)

• SEÑAL DE LA CRUZ

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu Amor.
Envía Señor tu Espíritu y todo será creado
Y renovarás la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo
Danos gustar de todo lo que es recto según Tú mismo Espíritu
Y gozar siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina: consiste en la lectura de un trozo unitario de la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.

Lectura del Santo Evangelio según san Juan (1,6-8.20-28):

“Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era luz, sino el testigo de la luz. Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: « ¿Quién eres tú?». Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: «Yo no soy el Mesías». «¿Quién eres, entonces?», le preguntaron: «¿Eres Elías?». Juan dijo: «No». «¿Eres el Profeta?». «Tampoco», respondió.  Ellos insistieron: « ¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?» Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías». Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: « ¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». Juan respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia». Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán donde Juan bautizaba”.

Palabra del Señor

MEDITATIO:

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido.
“Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.

OPCIÓN 1

Fr. Aníbal Fosbery OP, Reflexiones sobre textos del Evangelio de san Juan Vol. I, pág. 47 MDA. Bs As, 2015.

OPCIÓN 2

San Gregorio Magno, Homilía: ¿Por qué bautiza Juan? (Homilías sobre el Evangelio, n° 7) «Entre vosotros está uno que no conocéis: él viene detrás de mí»

“Yo bautizo con agua, pero entre vosotros hay uno que no conocéis». No está en espíritu, sino en el agua que Juan bautiza. Incapaz de perdonar los pecados, lava con agua el cuerpo de los bautizados, pero no se lava el espíritu para el perdón. Entonces, ¿por qué bautizar, si no se limpian los pecados por su bautismo? ¿Por qué, si no permanecería en su papel de precursor? Al igual que al nacer, precedió al Señor que iba a nacer, también lo precedió, al bautizarse, el Señor que iba a ser bautizado. Precursor de Cristo por su predicación, lo precedió también bautizando, el que fue la imagen del sacramento que estaba por venir.

Juan anunció un misterio cuando dijo que Cristo estaba entre los hombres y que no lo conocían, ya que el Señor, cuando se mostró en la carne se hizo visible en su cuerpo e invisible en su majestad. Y Juan añade: “El que viene después de mí se ha puesto delante mío” (Jn 1,15)…; explica las causas de la superioridad de Cristo cuando dice: “Porque existía antes que yo”, como si dijera claramente: “Si va delante mío, aunque él nació después que yo, es porque el tiempo de su nacimiento, no le pone límites. Nacido de una madre en el tiempo, es engendrado por el Padre fuera del tiempo”.

Juan muestra humilde respeto, continúa: “yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia.” Era costumbre entre los antiguos, que si alguien se negaba a casarse con una chica con la que estaba prometido, esta desataba la sandalia de aquel que se volvía atrás. Pero Cristo ¿no se mostró como el Esposo de la santa Iglesia? … Pero debido a que los hombres pensaban que Juan era el Mesías – cosa que el mismo Juan negaba – se declara indigno de desatar la correa de su sandalia. Es como si dijera… “No me adjudico incorrectamente el nombre del esposo” (cf. Jn 3,29).

PREPARACIÓN REMOTA

Texto

ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Antífona de entrada Flp 4, 4. 5

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. El Señor está cerca.

Oración colecta

Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo

espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo;

concédenos llegar a la Navidad,

fiesta de gozo y de salvación,

y poder celebrarla con alegría desbordante.

Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas

Haz, Señor, que te ofrezcamos siempre este sacrificio

como expresión de nuestra propia entrega,

para que así cumplamos el sacramento que tú nos diste

y se lleve a cabo en nosotros

la obra de tu salvación.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Antífona de comunión Cf. Is 35, 4

Decid a los cobardes de corazón: Sed fuertes, no temáis. Mirad a nuestro Dios que viene y nos salvará.

Oración después de la comunión

Imploramos, Señor, tu misericordia,

para que esta comunión que hemos recibido

nos prepare a las fiestas que se acercan,

purificándonos de todo pecado.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Oremos:

“Dios y Padre nuestro, que acompañas bondadosamente a tu pueblo en la fiel espera de nacimiento de tu Hijo, concédenos festejar con alegría su venida y alcanzar el gozo que nos da su salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén”.

 CONTEMPLATIO:

El último momento de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.

«Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia».