Lectio 14 de mayo 2023

CONTENIDO: Lectio divina con el evangelio Del 6º domingo de Pascua,  Ciclo A.  14 de mayo de 2023. (San Juan  14, 15-21)

Comentario a las lecturas del VI domingo de Pascua - Omnes

•             SEÑAL DE LA CRUZ.

•             INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía señor tu espíritu y todo será creado
Y renovaras la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo 
Danos gustar de todo lo que es recto según Tu mismo espíritu 
Y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

  • LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina:
consiste en la lectura de un trozo unitario de la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.  

Del Evangelio según san Juan 14, 15-21:

“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos.
Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes:
el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes. El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él”. 

Palabra del Señor

  • MEDITATIO.

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido. “Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.  

Opción 1

De las Reflexiones sobre textos del Evangelio de San Juan para el Tiempo de Pentecostés, Buenos Aires, 2013. “El Espíritu de Dios”, “El Espíritu Santo en la inteligencia”, “La gracia de la resurrección y el Espíritu Santo”, “Pentecostés, Fiesta del Espíritu Santo”.

Opción 2

San Juan de Ávila, presbítero (1500-1569)

Sermón: Jamás te dejará si tú no le dejas

«Le pediré al Padre, y Él os dará otro Defensor que estará siempre con vosotros» (Jn 14,16)

Sobre el Espíritu Santo, n. 30, 4

Así como Jesucristo predicaba, así ahora el Espíritu Santo predica; así como enseñaba, así el Espíritu Santo enseña; así como Cristo consolaba, el Espíritu Santo consuela y alegra. ¿Qué pides? ¿Qué buscas? ¿Qué quieres más? ¡Que tengas tú dentro de ti un consejero, un administrador, uno que te guíe, que te aconseje, que te esfuerce, que te encamine, que te acompañe en todo y por todo! Finalmente, si no pierdes la gracia, andará tan a tu lado, que nada puedas hacer, ni decir, ni pensar que no pase por su mano y santo consejo. Será tu amigo fiel y verdadero; jamás te dejará si tú no le dejas.

Así como Cristo, estando en esta vida mortal, obraba grandes sanidades y misericordias en los cuerpos de los que lo necesitaban y lo llamaban, así este Maestro y Consolador obra estas obras espirituales en las ánimas donde Él mora. Sana los cojos, hace oír a los sordos, da vista a los ciegos, encamina a los errados, enseña a los ignorantes, consuela a los tristes, da esfuerzo a los flacos. Como Cristo andaba entre los hombres haciendo estas tan santas obras, y así como estas obras no las pudiera hacer si no fuera Dios, y las hizo en aquel hombre y las llamamos obras que hizo Dios y hombre, así estas otras que hace acá el Espíritu Santo en el corazón donde mora, las llamamos obras del Espíritu Santo con el hombre como menos principal.

¿No se llama desdichado y malaventurado quien no tiene esta unión, quien no tiene tal huésped en su casa? Decidme, ¿lo habéis recibido? ¿Lo habéis llamado? ¿Le habéis importunado que venga? ¡Que Dios sea con vosotros! no sé cómo vosotros podéis vivir sin tanto bien. Mirad todos los bienes, todas las mercedes y misericordias que Cristo vino a hacer a los hombres, todas esas, hace este Consolador en nuestras almas.

  • PREPARACIÓN REMOTA:

Textos

  • ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Antífona de entrada Cf. Is 48, 20
Con gritos de alegría anuncien y proclámenlo hasta los confines de la tierra:
El Señor ha liberado a su pueblo. Aleluia.

Oración colecta
Dios todopoderoso,
concédenos continuar celebrando con intenso fervor
estos días de alegría en honor de Cristo resucitado,
de manera que prolonguemos en nuestra vida
el misterio de fe que recordamos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Lleguen hasta ti, Señor,
nuestras oraciones junto con estas ofrendas,
para que, purificados por tu gracia,
recibamos el sacramento de tu inmensa bondad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión Jn 14, 15-16.
Dice el Señor: Si me aman, cumplirán mis mandamientos.
Y yo rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito,
para que esté siempre con ustedes. Aleluia.

Oración después de la comunión
Dios todopoderoso,
que nos haces renacer a la vida eterna
por la resurrección de Cristo,
concede que los sacramentos pascuales
den fruto abundante en nosotros,
e infunde en nuestros corazones
la fuerza de este alimento de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

  • CONTEMPLATIO

El último momento de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.

«No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán».