Lectio Pentecostés: 23 de mayo 2021

CONTENIDO:  Lectio divina con el evangelio de La solemnidad de Pentecostés. 23 de mayo de 2021 (san Juan 15,26-27.16,12-15).

Ficheiro:Pentecostes - Museu de Alberto Sampaio.png

•             SEÑAL DE LA CRUZ.

•             INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía señor tu espíritu y todo será creado
Y renovaras la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo 
Danos gustar de todo lo que es recto según Tu mismo espíritu 
Y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

  • LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina:
consiste en la lectura de un trozo unitario de la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.  

Lectura del Santo Evangelio según san Juan (15,26-27.16, 12-15):

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.
Y ustedes también darán testimonio, porque están conmigo desde el principio.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: ‘Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes’.”

Palabra del Señor

  • MEDITATIO.

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido. “Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.   

San Bruno de Segni (1045-+1123), obispo

Comentario del Éxodo, c. 15

Del Pentecostés judío al Pentecostés cristiano

El monte Sinaí es símbolo del monte Sión… Fijaos hasta que punto las dos alianzas son el eco una de la otra, con que armonía la fiesta de Pentecostés es celebrada por cada una de ellas… El Señor bajó, tanto sobre el monte Sión como sobre el monte Sinaí, el mismo día y de modo semejante…

     Lucas ha escrito: «De pronto vino un ruido del cielo, como de un viento recio. Los apóstoles vieron aparecer una lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno» (Hch 2,2-3)… Sí, aquí y allí el ruido de un viento recio se dejó oír, un fuego se dejó ver. Pero en el Sinaí era una nube espesa, sobre el monte Sión el esplendor de una luz muy brillante. En el primer caso se trataba «de la sombra y la figura» (Hb 8,5), en el segundo, de la verdadera realidad. En otros momentos se escuchaba el ruido del trueno, ahora de pueden discernir las voces de los apóstoles. Por un lado, el resplandor del rayo; por el otro estallan prodigios por todas partes… 

     «Todos salieron del campamento para ir al encuentro del Señor, al pie de la montaña» (Ex 19,17). Se lee en los Hechos de los Apóstoles: «Al oír el ruido, acudieron en masa»… De todo Jerusalén el pueblo se reunió al pie del monte Sión, es decir en el lugar en que Sión, figura de la santa Iglesia, empezaba a edificarse, a poner sus fundamentos…

     «Todo el monte Sinaí  humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en el fuego, dice el Éxodo (v. 18)… ¿Podían no quemar los que estaban ardiendo con el gran fuego del Espíritu Santo? Tal como el humo señala la presencia del fuego, así también por la seguridad de sus palabras, por la diversidad de lenguas, el fuego del Espíritu Santo manifestaba su presencia en el corazón de los apóstoles. ¡Dichosos los corazones llenos de este fuego! ¡Dichosos los hombres que ardían con su calor! «El monte temblaba violentamente. El sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte» (v.19)… De la misma manera la voz de los apóstoles y su predicación se hacían cada vez más fuertes; cada vez más lejos se hicieron escuchar sus palabras hasta que «su mensaje alcanza a toda la tierra y su voz llega hasta los límites del orbe» (Sl 18,5).

PREPARACIÓN REMOTA:

Textos

  • ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Antífona de entrada Sab 1, 7
El Espíritu del Señor llena la tierra, y él, que mantiene unidas todas las cosas,
sabe todo lo que se dice. Aleluia.

Oración colecta
Dios nuestro, que por el misterio de esta fiesta
santificas a tu Iglesia extendida entre las naciones,
derrama sobre toda la tierra los dones del Espíritu Santo,
e infunde en el corazón de tus fieles las maravillas
que obraste en los comienzos de la predicación evangélica.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Señor y Dios nuestro,
concédenos, según la promesa de tu Hijo,
que el Espíritu Santo nos revele con más claridad
el misterio de este sacrificio
y nos manifieste toda su verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio:
El misterio de Pentecostés

V. El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Para llevar a su plenitud el misterio pascual,
enviaste hoy el Espíritu Santo
sobre aquellos que habías adoptado como hijos,
haciéndolos partícipes de la Vida de tu Hijo Único;
el mismo Espíritu que, al nacer la Iglesia,
dio a todos los pueblos el conocimiento del Dios verdadero,
y unió a las diversas lenguas en la confesión de una sola fe.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual
el mundo entero desborda de alegría
y también los coros celestiales
cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Antífona de comunión Hech 2, 4.11
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo,
y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluia.

Oración después de la comunión
Señor Dios, que concedes a tu Iglesia los bienes del cielo,
conserva en ella la gracia que le has dado,
para que el Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza,
y esta eucaristía nos sirva para la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

  • CONTEMPLATIO

El último momento de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.

«…ustedes también darán testimonio [de mí], porque están conmigo desde el principio».