Este sitio está optimizado sólo para móviles

Contenido restringido

María Coronel y Arana nació el 2 de abril de 1602 en Ágreda, Soria, España. Sus padres Francisco Coronel y Catalina de Arana fueron muy religiosos.

A los 16 años tomó el hábito junto con su madre y hermana en la Orden de la Inmaculada Concepción de la rama de las descalzas en el convento que había sido su propia casa. Su padre y sus hermanos ingresaron en la Orden de San Francisco.

Después de varios años fue nombrada abadesa de este convento. Su virtud ha sido reconocida por todos: Oración intensa, penitencias, pobreza, caridad y celo apasionado por los demás. Tuvo extraordinarios dones místicos. Experimentaba éxtasis en los que permanecía inmóvil e insensible durante horas, levitación y bilocación. A pesar de que nunca salió de Ágreda, se le vio en Nuevo México, Arizona y Texas (Estados Unidos de América), en donde evangelizaba y enviaba a los indios a pedir el bautismo a los misioneros franciscanos (“La dama azul de los llanos”).

María de Jesús escribió cartas a Papas, Reyes, Generales de Órdenes religiosas, Obispos, nobles y a toda clase de personas de la Iglesia y de la sociedad y mantuvo correspondencia durante 20 años con el Rey de España, Felipe IV a quien orientó y aconsejó.

Murió el 24 de mayo de 1665. El proceso de su beatificación, se inició ocho años después de su muerte, bajo Clemente X. Benedicto XIV aprobó el proceso de sus virtudes "in genere" en 1774 y también "in especie" en 1756 y la declaró venerable.