Lectio 29 de Octubre de 2023

CONTENIDO: Lectio divina con el evangelio de XXX domingo del Tiempo Ordinario. 29 de octubre de 2023 (San Mateo 22,34-40.).

• SEÑAL DE LA CRUZ

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu Amor.
Envía Señor tu Espíritu y todo será creado
Y renovarás la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo
Danos gustar de todo lo que es recto según Tú mismo Espíritu
Y gozar siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina: consiste en la lectura de un trozo unitario de la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo (22,15-21):

Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”. Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento.

El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”.

Palabra del Señor

MEDITATIO:

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido.
“Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.

OPCIÓN 1

Fr. Dr. Aníbal Fosbery, OP, reflexiones sobre el Evangelio según san Mateo, vol IV, ¿Quién es mi prójimo?, pág.270; el amor de caridad, pág. 275; el camino del amor como perfección de la vida cristiana, pág. 277; el pecado es un acto de idolatría, pág. 282.

OPCIÓN 2

Scott Hahn, el amor como mandamiento

El amor como mandamiento: Scott Hahn reflexiona sobre el 30º Domingo de Tiempo Ordinario

St. Paul center for biblical theology

https://stpaulcenter.com/audio/al-partir-el-pan/el-amor-como-mandamiento-scott-hahn-reflexiona-sobre-el-30o-domingo-de-tiempo-ordinario/

Jesús no vino a abolir el Antiguo Testamento, sino a cumplirlo (cf. Mt 5,17).

Y Él, en el Evangelio de hoy, revela que en el amor—a Dios y al prójimo—está el cumplimiento de toda la ley (cf. Rm 13,8-10).

Los israelitas devotos habían de cumplir los 613 mandamientos que se encuentran en los primeros cinco libros de la Biblia. Jesús dice hoy que todos ellos, así como la enseñanza de los profetas, se pueden resumir en dos versículos de la Ley (cf. Dt 6,5; Lv 19,18).

Jesús parece así resumir las dos tablas de piedra en las que Dios dejó grabado los diez mandamientos (cf. Ex 32, 15–16). La primera tabla exponía tres leyes concernientes al amor a Dios –como el mandamiento de no tomar su nombre en vano. La segunda contenía siete mandamientos sobre el amor al prójimo, como aquellos sobre el robo y el adulterio.

El amor es la bisagra que une las dos tablas de la ley. Pues no podemos amar a Dios, a quien no vemos, si no amamos a nuestro prójimo, a quien sí vemos (cf. 1Jn 4,20–22).

Pero este amor al que estamos llamados es mucho más que un simple afecto o un sentimiento cariñoso. Debemos darnos totalmente a Dios, amando con todo nuestro ser, con todo nuestro corazón, alma y mente. Nuestro amor al prójimo debe expresarse en acciones concretas, como las expuestas en la primera lectura.

Amamos porque Él nos amó primero (cf. Jn 4,19). Como cantamos en el salmo de hoy, Él ha sido nuestro libertador, nuestra fortaleza cuando no podíamos en modo alguno defendernos contra los enemigos del pecado y de la muerte.

Amamos al dar gracias por nuestra salvación. Y en esto nos convertimos en imitadores de Jesús, como San Pablo nos dice en la epístola de hoy, dejando de lado nuestra vida diariamente en lo grande y en lo pequeño, en lo que se ve y en lo oculto, ofreciéndola como continuo sacrificio de alabanza (cf. Jn 15,12–13; Hb 13,14).

PREPARACIÓN REMOTA

Texto

ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Antífona de entrada (Sal 104, 3-4)

Que se alegren los que buscan al Señor.

Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro.

Oración colecta

DIOS todopoderoso y eterno,

aumenta nuestra fe, esperanza y caridad,

y, para que merezcamos conseguir lo que prometes,

concédenos amar tus preceptos.

Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas

MIRA, Señor,

los dones que ofrecemos a tu majestad,

para que redunde en tu mayor gloria

cuanto se cumple con nuestro ministerio.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión Cf. Sal 19, 6

Que nos alegremos en tu salvación y glorifiquemos el nombre de nuestro Dios.

O bien: Cf. Ef 5, 2

Cristo nos amó y se entregó por nosotros como oblación de suave olor.

Oración después de la comunión

QUE tus sacramentos, Señor,

efectúen en nosotros lo que expresan,

para que obtengamos en la realidad

lo que celebramos ahora sacramentalmente.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

 CONTEMPLATIO:

El último momento de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.

«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas».