Lectio 7 de abril 2019

Tema: Lectio divina con el evangelio del V domingo de cuaresma. Ciclo C. 7 de abril de 2019 (San Juan 8,1-11).

  • SEÑAL DE LA CRUZ.
  • INVOCACIÓN AL ESPIRITU SANTO

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía señor tu espíritu y todo será creado
Y renovaras la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo 
Danos gustar de todo lo que es recto según Tu mismo espíritu 
Y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

  • LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina: consiste en la lectura de un trozo unitario de  la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.  

Del evangelio según san Juan (8,1-11)

Jesús fue al monte de los Olivos.

Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles.

Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos, dijeron a Jesús: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.

Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?”.

Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo.

Como insistían, se enderezó y les dijo: “El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra”.

E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo.

Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí, e incorporándose, le preguntó: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado?”.

Ella le respondió: “Nadie, Señor”. “Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante”.

Palabra de Dios.

  • MEDITATIO 

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido. “Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.   

OPCIÓN 1

Fr. Dr. Aníbal Fosbery, Reflexiones sobre textos del Evangelio de san Juan para el Tiempo de Adviento, Navidad y Cuaresma Vol. II, el perdón de los pecados pág. 126.

OPCIÓN 2

San Juan Pablo II, papa (1920-2005)

Encíclica «Dives in Misericordia»  7

«Tampoco yo te condeno»

La redención a través del misterio de la cruz de Cristo es la revelación última y definitiva de la santidad de Dios, que es la plenitud absoluta de la perfección: plenitud de la justicia y del amor, puesto que la justicia se basa en el amor, de él proviene y a él tiende. En la Pasión y muerte de Cristo, en el hecho de que el Padre «no perdonó a su propio Hijo» sino que «lo hizo pecado por nosotros» (Rm 8,32; 2C 5,21), se expresa la justicia absoluta, porque Cristo sufrió la Pasión y la cruz a causa de los pecados de la humanidad. Verdaderamente, hay ahí una sobreabundancia de justicia puesto que los pecados de los hombres quedan equilibrados a través del sacrificio del Hombre-Dios.

     Sin embargo, esta justicia, que en sentido propio es justicia a la medida de Dios, nace enteramente del amor, del amor del Padre y del Hijo y alcanza su plenitud total en el amor dando frutos de salvación. La dimensión divina de la redención no se realiza tan sólo en el hecho de hacer justicia al pecado, sino en dar al amor la fuerza creadora gracias a la cual el hombre tiene de nuevo pleno acceso a la vida y a la santidad que viene de Dios. Así es que la redención trae en sí la revelación de la misericordia en su plenitud.

     El misterio pascual constituye la cumbre de esta revelación y la expresión de la misericordia capaz de justificar al hombre, de restablecer la justicia como realización del orden salvífico que Dios quiso fuera realidad ya desde el inicio en el hombre y, a través del hombre, en el mundo.

  • ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Oración Colecta del V domingo de cuaresma CC

Te pedimos, Señor Dios nuestro, que, con tu ayuda, avancemos animosamente hacia aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo.

Por nuestro Señor Jesucristo.

Amén

Oración post comunión

Te pedimos, Dios todopoderoso, que nos cuentes siempre entre los miembros de Cristo, cuyo Cuerpo y Sangre hemos recibido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos”.

Amén.

  • CONTEMPLATIO

EL último paso de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.“Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él”.

«Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado?”Ella le respondió: “Nadie, Señor”. “Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante”».