Lectio 16 de septiembre

Tema: Lectio divina con el evangelio de la Misa del  domingo XXIV del tiempo durante el año. 16 de septiembre de 2018 (san Marcos  8, 27-35).

  • SEÑAL DE LA CRUZ.
  • INVOCACIÓN AL ESPIRITU SANTO

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía señor tu espíritu y todo será creado
Y renovaras la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo 
Danos gustar de todo lo que es recto según Tu mismo espíritu 
Y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

  • LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina: consiste en la lectura de un trozo unitario de  la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.  

Del evangelio según  san Marcos (8, 27-35)

“Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: « ¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos le respondieron: «Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas».  «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?». Pedro respondió: «Tú eres el Mesías». Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: « ¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres». Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará”. Palabra del Señor.

  • MEDITATIO 

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido. “Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.     

San Cesáreo de Arlés, obispo
Sermón: No es duro lo que manda aquel que ayuda a realizar lo que ordena.
Sermón 159,1.4-6: CCL 104, 652-654.

El que quiera venirse conmigo, que cargue con su cruz. Parece duro, carísimos hermanos, y se considera como grave lo que en el evangelio mandó el Señor, diciendo: El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo. Pero no es duro lo que manda aquel que ayuda a realizar lo que ordena.

Y ¿a dónde hay que seguir a Cristo, sino a donde Cristo ha ido? Sabemos, en efecto, que resucitó, que subió al cielo: allá hay que seguirlo. No hay que ceder a la desesperanza, y no porque el hombre sea capaz de algo, sino porque él lo ha prometido. Muy lejano nos quedaba el cielo, hasta que nuestra cabeza subió al cielo. Pero ahora, ¿cómo vamos a desesperar llegar allí, si somos miembros de aquella cabeza? Y ¿por qué razón? Pues porque la tierra es campo del miedo y del dolor: sigamos a Cristo donde está la felicidad suma, la suma paz, la eterna seguridad.

Sólo que quien desee seguir a Cristo ha de prestar oído a lo que dice el Apóstol: Quien dice que permanece en Cristo, debe vivir como él vivió. ¿Quieres seguir a Cristo? Sé humilde como él lo fue: no desprecies su humildad, si deseas alzarte a su sublimidad. El camino se volvió escabroso al pecar el hombre; pero se ha vuelto transitable desde que Cristo, al resucitar, lo allanó, y de estrechísimo sendero se ha convertido en calzada real. Por esta calza-da se corre con los pies gemelos de la humildad v-de la caridad. Aquí todos aspiran a las cimas de la caridad: pero el primer peldaño es la humildad. ¿A qué viene eso de quemar etapas? Quieres caer, no ascender. Empieza por el primer peldaño, el de la humildad, y ya comenzaste la ascensión.

Por eso, nuestro Señor y salvador no se contentó con decir: Que se niegue a sí mismo, sino que añadió: Que cargue con su cruz y me siga. ¿Qué significa: Que cargue con su cruz? Soporte cualquier molestia: y así que me siga. Bastará que se ponga a seguirme imitando mi vida y cumpliendo mis preceptos, para que al punto aparezcan muchos contradictores, muchos que intenten impedírselo; hallará no sólo muchos que se burlen de él, sino también muchos perseguidores. Y esto, no sólo entre los paganos, sino incluso entre aquellos que, con el cuerpo, parecen estar dentro de la Iglesia, pero que en realidad están fuera por la perversidad de las obras, y, blasonando únicamente del nombre de cristianos, no cejan de perseguir a los buenos cristianos. Por tanto, si tú deseas seguir a Cristo, toma en seguida su cruz: soporta a los malos, mantente firme.

Así pues, si queremos cumplir lo que dijo el Señor: El que quiera venirse conmigo, que cargue con su cruz y me siga, esforcémonos en poner en práctica, con la ayuda de Dios, lo que dice el Apóstol: Teniendo qué comer y qué vestir nos basta; no nos ocurra que apeteciendo los bienes terrenos más allá de la estricta necesidad, busquemos enriquecernos, nos enredemos en mil tentaciones, nos creemos necesidades absurdas y nocivas, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Que el Señor se digne librarnos con su protección de semejante tentación, él que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

  • ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Oración Colecta del  domingo XXIV del tiempo durante el año

Oremos: “Oh Dios, creador y dueño de todas las cosas, míranos, y para que sintamos el efecto de tu amor, concédenos servirte de todo corazón. Por nuestro Señor Jesucristo”. Amén

Oración post comunión del  domingo XXIII del tiempo durante el año

“La acción de este sacramento, Señor, penetre en nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, no nuestro sentimiento, quien mueva nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.”. Amén.

  • CONTEMPLATIO

EL último paso de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.

« El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga ».