Lectio 19 de febrero 2023

CONTENIDO: Lectio divina con el evangelio del VII DOMINGO del Tiempo ordinario. Ciclo A. 19 de FEBRERO de 2023. Ciclo A (San Mateo 5, 38-48).

Martirio de San Esteban - Colección - Museo Nacional del Prado

•             SEÑAL DE LA CRUZ.

•             INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía señor tu espíritu y todo será creado
Y renovaras la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo 
Danos gustar de todo lo que es recto según Tu mismo espíritu 
Y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

  • LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina:
consiste en la lectura de un trozo unitario de la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.  

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo:

Jesús, dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el Cielo.

Palabra del Señor

  • MEDITATIO.

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido. “Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.  

OPCIÓN 1

Evangelio de San Mateo - Vol. 4

Fr. Dr. Anibal Fosbery OP., Reflexiones sobre textos del evangelio según san Mateo, vol. IV, MDA, Bs As, 2014: la justicia y la misericordia (pág. 107); la nueva contabilidad del Evangelio (pág. 109); transformar el mal en bien (pág. 111); el amor a Dios y el amor al prójimo no están separados (pág. 113); la gracia y la voluntad (pág. 115); querer ser santos hoy (pág. 117); sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto (Pág. 119); somos partícipes de la naturaleza divina (Pág. 123); somos capaces de Dios (Pág. 125).

OPCIÓN 2

Beata Teresa de Calcuta, El amor más grande: «la santidad» 

«Sed santos, porque yo soy santo» (Lv 19,2)

Todos sabemos que existe un Dios que nos ama, que nos ha creado. Podemos acudir a él y pedirle: «Padre mío, ayúdame. Deseo ser santa, deseo ser buena, deseo amar. La santidad no es un lujo para unos pocos, ni está restringida sólo a algunas personas. Está hecha para ti, para mí y para todos. Es un sencillo deber, porque si aprendemos a amar, aprendemos a ser santos.

El primer paso para ser santo, es desearlo. Jesús quiere que seamos tan santos como su Padre. La santidad consiste en hacer la voluntad de Dios con alegría. Las palabras «deseo ser santo» significan: quiero despojarme de todo lo que no sea Dios; quiero despojarme y vaciar mi corazón de cosas materiales. Quiero renunciar a mi voluntad, a mis inclinaciones, a mis caprichos, a mi inconstancia y ser un esclavo generoso de la voluntad de Dio

Con una total voluntad amaré a Dios, optaré por Él, correré hacia Él, llegaré a Él y lo poseeré. Pero todo depende de las palabras, «Quiero» o «No quiero». He puesto toda mi energía en la palabra «Quiero».

ros la raíz de las prescripciones de la Ley… Prescribir, no sólo de abstenerse de los actos prohibidos por la Ley, sino incluso de su deseo, no es de alguien que contradice y adolece la Ley, sino el hecho de quien la cumple y extiende.

  • PREPARACIÓN REMOTA:

Textos

  • ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Antífona de entrada Sal 12, 6
Señor, yo confío en tu misericordia:
que mi corazón se alegre porque me salvaste.
Cantaré al Señor, porque me ha favorecido.

Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso,
que, meditando sin cesar las realidades espirituales,
llevemos a la práctica en palabras y obras
cuanto es de tu agrado.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Al celebrar estos misterios con la debida reverencia,
te suplicamos, Señor, que los dones ofrecidos para tu gloria
nos obtengan la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión Sal 9, 2-3
Proclamaré todas tus maravillas;
quiero alegrarme y regocijarme en ti
y cantar himnos a tu nombre, Altísimo.

O bien: Jn 11, 27
Señor, creo que tú eres el Mesías,
el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo.

Oración post comunión
Dios todopoderoso,
concédenos alcanzar la salvación eterna,
cuyo anticipo hemos recibido en este sacramento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

  • CONTEMPLATIO

El último momento de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.

«Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo».