CONTENIDO: Lectio divina con el evangelio de la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del universo. 20 de noviembre de 2022 (San Lucas 23,35-43).
• SEÑAL DE LA CRUZ.
• INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:
Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía señor tu espíritu y todo será creado
Y renovaras la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo
Danos gustar de todo lo que es recto según Tu mismo espíritu
Y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.
- LECTIO
Primer paso de la Lectio Divina:
consiste en la lectura de un trozo unitario de la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.
Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (23,35-43):
“El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: “Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!”.
También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían: «Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!». Sobre su cabeza había una inscripción: «Este es el rey de los judíos».
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: « ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros». Pero el otro lo increpaba, diciéndole: « ¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo». Y decía: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino”. Él le respondió: «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso»”.
Palabra del Señor.
- MEDITATIO.
Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido. “Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.
Opción 1
Fr. Dr. Aníbal Fosbery OP, Reflexiones sobre textos del Evangelio de San Lucas, Vol III
Opción 2
Gregorio de Nisa
Sermones: Es Rey, pues venció a la muerte
«Había encima de él una inscripción: ‘Este es el Rey de los judíos.’» (Lc 23,48)
Sermón 5º sobre la Pascua: PG 46, 683
«Pilatos dijo: ‘Aquí tenéis a vuestro rey’ » (Jn 19,14)
¡Bendito sea Dios! Celebremos al Hijo único, Creador de los cielos, que ha vuelto a subir a ellos después de haber descendido hasta lo más profundo de los infiernos y ahora cubre la tierra entera con los rayos de su luz. Celebremos la sepultura del Hijo único y su resurrección como vencedor, gozo del mundo entero y vida de todos los pueblos…
Todo esto nos fue dado cuando el Creador, rechazando la ignominia, se levantó de entre los muertos y, en su esplendor divino transfiguró lo perecedero en imperecedero. ¿Cuál es la ignominia que rechazó? Nos lo dice Isaías: «Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres» (53, 2-3). ¿Cuándo es que estuvo sin gloria? Cuando llevó sobre sus espaldas el madero de la cruz como trofeo de su victoria sobre el diablo. Cuando pusieron sobre su cabeza una corona de espinas, a él que corona a sus fieles. Cuando fue revestido de púrpura el que reviste de inmortalidad a los que son renacidos del agua y del Espíritu Santo. Cuando clavaron en el madero al señor de la muerte y de la vida.
Pero el que estuvo sin gloria fue transfigurado en la luz, y el que es el gozo del mundo se despertó con su cuerpo… «¡El Señor es rey, vestido de belleza!» (Sal 92,1). ¿De qué belleza se revistió? De incorruptibilidad, de inmortalidad, de convocador de los apóstoles, de corona de la Iglesia. Pablo se hace testigo de ello, escuchémosle: «Es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad» (1Cor 15,53). También lo dice el salmista: «Tu trono está firme desde siempre y tú eres eterno; tu reino dura por los siglos; el Señor reina eternamente» (Sal 92,2; 145,13). Y también: «El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables» (Sal 96,1). ¡A él la gloria y el poder, amén!
- PREPARACIÓN REMOTA:
- ORATIO
La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.
Antífona de entrada Ap 5, 12; 1, 6
El Cordero que ha sido inmolado
es digno de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor.
A él pertenecen la gloria y el imperio para siempre.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
que quisiste restaurar todas las cosas
por tu amado Hijo, Rey del universo,
te pedimos que la creación entera,
liberada de la esclavitud del pecado,
te sirva y te alabe eternamente.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor, el sacrificio
de la reconciliación de los hombres,
y te pedimos humildemente que tu Hijo
conceda a todos los pueblos
los dones de la unidad y de la paz.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio
V/. El Señor esté con ustedes
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno:
Porque has ungido con el óleo de la alegría
a tu Hijo único, nuestro Señor Jesucristo,
como Sacerdote eterno y Rey del universo.
Él, víctima inmaculada y pacifica,
se ofreció en el altar de la cruz,
realizando el misterio de la redención humana.
Así sometió a su poder a la creación entera,
para entregarte, Padre santo,
el reino eterno y universal,
reino de verdad y de vida,
reino de santidad y de gracia,
reino de justicia, de amor y de paz.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales,
proclamamos el himno de tu gloria, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Antífona de comunión Sal 28, 10.11
El Señor reinará eternamente,
él bendecirá a su pueblo con la paz.
Oración después de la comunión
Después de recibir el alimento de la inmortalidad,
te pedimos, Padre,
que quienes nos alegramos de obedecer
los mandamientos de Jesucristo, Rey del universo,
podamos vivir eternamente con él en el Reino de los cielos.
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
- CONTEMPLATIO
El último momento de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.
“Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino“