Te pedimos Señor que dispongas nuestros corazones para esta peregrinación a Roma. Queremos vivirla como verdaderos peregrinos de esperanza, como nos enseñó nuestro padre fundador desde hace 60 años, sabemos que desde los luceros él nos sigue guiando y cuidando.
Te rogamos que ilumines con el Santo Espíritu al Papa Francisco, para que seas Vos quien nos hable por medio de él.
Creemos que es la Madre Iglesia en su cabeza visible, quien convoca a Fasta, para escucharnos, aconsejarnos y guiarnos. Danos un corazón filial para comprender, asumir y transmitir lo que el santo Padre nos diga, para mayor gloria tuya, para bien de la Ciudad Miliciana y la Iglesia toda.
Que nuestra Señora del Rosario interceda por nosotros.
Amén

Patriarca Santo Domingo
Santo Tomás de Aquino
Santa Catalina de Siena
San Juan Pablo II
San Juan XXIII
San Pablo VI
Beato Carlo Acutis