Lectio Pentecostés, 5 de junio 2022

CONTENIDO: Lectio divina con el evangelio de la Solemnidad de Pentecostés. 5 de junio de 2022 (San Juan 14, 15-16.23b-26).

Venida del Espíritu Santo | artehistoria.com

•             SEÑAL DE LA CRUZ.

•             INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía señor tu espíritu y todo será creado
Y renovaras la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo 
Danos gustar de todo lo que es recto según Tu mismo espíritu 
Y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

  • LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina:
consiste en la lectura de un trozo unitario de la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.  

Lectura del Santo Evangelio según san Juan (San Juan 14, 15-16.23b-26):

“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos.
Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes:
Jesús le respondió: “El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho»”.

Palabra del Señor.

  • MEDITATIO.

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido. “Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.  

Opción 1

San Juan - Vol 2 - Tiempo de Adviento, Navidad y Cuaresma
Vol. I - Hechos de los Apóstoles

Fr. Dr. Aníbal Fosbery, De las Reflexiones sobre textos del Evangelio de San Juan  para el tiempo de Semana Santa, Pascua y Pentecostés, MDA, Buenos Aires, 2016. Pág. 185, “El paso de la Iglesia militante a la Iglesia triunfante”; Pág. 188, “La vida interior”.

Fr. Dr. Aníbal Fosbery, De las Reflexiones sobre los escritos apostólicos, Vol. I Hechos de los apóstoles MDA, Buenos Aires, 2017.  Pág. 57, “Pentecostés”; Pág. 65 “El Espíritu Santo enviado a la Iglesia”.

Opción 2

Beato Juan van Ruysbroeck (1293 –  +1381)

Las Bodas Espirituales: Delicioso encuentro

«Vendremos a él y haremos morada en él» (Jn 14,23)

Capítulo III

La vida contemplativa es la vida del cielo… En efecto, gracias al amor de unión con Dios, el hombre traspasa su ser de criatura, para descubrir y saborear la opulencia y las delicias que el mismo Dios es y que deja que fluyan sin cesar en lo más escondido del ser humano, allí donde éste es semejante a la nobleza de Dios. Cuando el hombre recogido y contemplativo llega así a encontrar su imagen eterna, y cuando, en esta nitidez, gracias al Hijo, encuentra su lugar en el seno del Padre, es iluminado por la verdad divina… Porque es preciso saber que el Padre celestial, abismo viviente, a través de las obras y con todo lo que vive en él, se gira hacia su Hijo como hacia su eterna Sabiduría (Pr 8,22s); y esta misma Sabiduría, con todo lo que vive en ella y a través de sus obras, se refleja en el Padre, es decir, en este abismo del cual ella ha salido. De este encuentro brota la tercera Persona, la que es entre el Padre y el Hijo, es decir, el Espíritu Santo, su común amor, que es uno con ellos en unidad de naturaleza. Este amor abraza y atraviesa con fruición al Padre, al Hijo y a todo lo que vive en ellos, y esto con una opulencia y un gozo tal que todas las criaturas quedan absortas en un silencio eterno. Porque la maravilla inaccesible, escondida en este amor, sobrepasará eternamente a la comprensión de toda criatura.

Cuando reconocemos esta maravilla y la saboreamos sin asombro, es señal de que nuestro espíritu se encuentra más allá de sí mismo y que se hace uno con el Espíritu de Dios, saboreando y contemplando sin medida, igual que Dios saborea y contempla su propia riqueza en la unidad de su profundidad viviente, según su modo de ser increado… Este delicioso encuentro, que se realiza en nosotros según el modo de Dios, se renueva constantemente… Porque de la misma manera que el Padre mira sin cesar todas las cosas como nuevas en su nacimiento en su Hijo, son de la misma forma amadas de manera nueva por el Padre y por el Hijo en el constante fluir del Santo Espíritu. Este es el encuentro del Padre y del Hijo en el cual somos amorosamente abrazados, gracias al Santo Espíritu, en un amor eterno.

  • PREPARACIÓN REMOTA:

Textos

  • ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Antífona de entrada (Sal 67, 33-35)
El Señor hizo entrar a su pueblo en el país donde abunda la leche y la miel; que la ley del Señor esté siempre en tus labios. Alleluia.

Oración colecta
Dios nuestro, en este día tu Hijo ha subido a los cielos ante la mirada de los apóstoles; concédenos que, según su promesa, él permanezca siempre con nosotros en la tierra y nosotros merezcamos vivir con él en el cielo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

Oración post comunión
Señor Dios, derrama con abundancia, la gracia del sacramento pascual en nuestras almas, para que nos hagas dignos de tus dones a quienes has llevado por el camino de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

  • CONTEMPLATIO

El último momento de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.

«El que me ama será fiel a mi Palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él».