Lectio 1 de noviembre 2021


CONTENIDO:
Lectio divina con el evangelio de la Misa de la solemnidad de todos los santos. 1 de noviembre de 2021 (san Mateo 5, 1-11).

•             SEÑAL DE LA CRUZ.

•             INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía señor tu espíritu y todo será creado
Y renovaras la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo 
Danos gustar de todo lo que es recto según Tu mismo espíritu 
Y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

  • LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina:
consiste en la lectura de un trozo unitario de la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.  

Del evangelio según san Mateo (5, 1-12a):

Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.

Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:

“Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.

Felices los afligidos, porque serán consolados.

Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.

Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.

Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.

Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.

Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el Cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.”

Palabra del Señor

  • MEDITATIO.

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido. “Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.  

OPCIÓN 1

Reflexiones sobre textos del evangelio de San Mateo para el TO, MDA, Buenos Aires, 2016.

OPCIÓN 2

San Juan Crisóstomo

Homilías: Las pruebas sufridas por Cristo no son estériles

Homilía sobre la segunda carta a los Corintios, 12,4: PG 61, 486-487

«Alégrense y regocíjense entonces, porque tendrán una gran recompensa en el cielo» (Mt 5,12)

Únicamente los cristianos valoran las cosas en su justa apreciación y no tienen los mismos motivos para alegrarse o entristecerse de ellos que el resto de los humanos.

A la vista de un atleta herido, llevando en su cabeza la corona de vencedor, aquel que nunca ha practicado deporte considerará únicamente el hecho las heridas y el sufrimiento. No se imagina la felicidad que proporciona la corona. Así reacciona la gente de la que hablamos. Saben que nosotros padecemos pruebas, pero ignoran por qué las padecemos. No miran más que nuestros sufrimientos. Ven las luchas en las que estamos comprometidos y los peligros que nos acechan. Pero las recompensas y las coronas les quedan ocultas, al igual que la razón de nuestros combates. Como lo afirma San Pablo: “…nos consideran pobres, pero enriquecemos a muchos, no tenemos nada, pero lo poseemos todo.” (cf 2Cor 6,10)…

¡Soportemos con valentía la prueba por causa de Cristo por los que nos contemplan en el combate; soportémosla con alegría! Si ayunamos, saltemos de gozo como si estuviéramos rodeados de delicias. Si nos ultrajan, dancemos con alegría como si estuviéramos colmados de alabanzas. Si sufrimos daños, considerémoslo como una ganancia. Si damos a los pobres, convenzámonos que recibimos más… Ante todo, acuérdate que combates por el Señor Jesucristo.

Entonces, entrarás con ánimo en la lucha y vivirás siempre en la alegría, ya que nada nos hace más feliz que una buena conciencia.

  • PREPARACIÓN REMOTA:

Textos

  • ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Oraciones de la misa del XXXI domingo del tiempo ordinario.

Antífona de entrada Sal 37, 22-23
Alegrémonos todos en el Señor,
al celebrar esta solemnidad en honor de todos los santos.
Los ángeles se regocijan por esta solemnidad y alaban al hijo de Dios.

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
que nos concedes celebrar en una sola fiesta
los méritos de todos tus Santos;
te rogamos que, por las súplicas de tantos intercesores,
derrames sobre nosotros la ansiada plenitud de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe con agrado, Señor, las ofrendas
que te presentamos en honor de todos tus santos,
y concédenos experimentar
la fraterna solicitud por nuestra salvación
de aquellos que han alcanzado ya la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio: La gloria de la Iglesia, nuestra Madre

V/. El Señor esté con ustedes
R/. Y con tu espíritu.

V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,

Porque hoy nos permites honrar a la Ciudad santa,
la Jerusalén celestial, que es nuestra madre,
donde una multitud de hermanos nuestros
ya te alaba eternamente.

Nosotros, peregrinos, avanzando en la fe,
nos encaminamos con entusiasmo hacia ella
y nos alegramos al celebrar hoy la gloria
de los hijos más insignes de la Iglesia;
en ellos nos concedes, al mismo tiempo,
ejemplo y ayuda para nuestra fragilidad.

Por eso, unidos a ellos y a todos los ángeles,
te glorificamos unánimemente
y te alabamos con nuestras voces, cantando:

Santo, Santo, Santo es el Señor
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Antífona de comunión Mt 5, 8-10
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia,
porque a ellos les pertenece el Reino de los cielos.

Oración después de la comunión
Te adoramos, Dios admirable, fuente única de santidad,
e imploramos tu misericordia
para que, santificados por tu amor,
pasemos de esta mesa de los peregrinos
al banquete eterno de tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

  • CONTEMPLATIO

El último momento de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.

«Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el Cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron».