Lectio III Domingo de Pascua: 18 de abril 2021

CONTENIDO:  Lectio divina con el evangelio del III Domingo de Pascua. 18 de abril de 2021 (san Lucas 24, 35-48).

https://ecosdelapalabra.files.wordpress.com/2021/04/en-el-cenaculo.jpg

•             SEÑAL DE LA CRUZ.

•             INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

Ven Espíritu Santo
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía señor tu espíritu y todo será creado
Y renovaras la faz de la tierra
Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo 
Danos gustar de todo lo que es recto según Tu mismo espíritu 
Y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

  • LECTIO

Primer paso de la Lectio Divina:
consiste en la lectura de un trozo unitario de la Sagrada Escritura. Esta lectura implica la comprensión del texto al menos en su sentido literal. Se lee con la convicción de que Dios está hablando. No es la lectura de un libro, sino la escucha de Alguien. Es escuchar la voz de Dios hoy.  

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas:

Los discípulos contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes.»
Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: « ¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo.»
Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: «¿Tienen aquí algo para comer?» Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos.
Después les dijo: «Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.»
Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto.»

Palabra del Señor

  • MEDITATIO.

Estando siempre en la presencia de Dios, el segundo paso de la Lectio Divina o Meditatio consiste en reflexionar en nuestro interior y con nuestra inteligencia sobre lo que se ha leído y comprendido. “Es esa disposición del alma que usa de todas sus facultades intelectuales y volitivas para poder captar lo que Dios le dice… al modo de Dios”.   

OPCIÓN 1

Fr. Dr. Aníbal Fosbery, De las Reflexiones sobre textos del Evangelio de San Lucas para el tiempo de Adviento y Navidad, cuaresma, semana santa, Pascua y Pentecostés, MDA, Buenos Aires, 2015. Pág. 237, “Esperamos la resurrección del Señor”; pág. 267, “La resurrección del Señor fue un hecho portentoso”.

OPCIÓN 2

San Gregorio Magno (c. 540-604), papa y doctor de la Iglesia

Homilías sobre los evangelios, nº 26; PL 76,1197

« ¡Soy yo en persona! Palpadme»

¿Cómo es que el cuerpo del Señor, después de resucitado, siguió siendo un cuerpo verdadero, siendo así que pudo entrar donde estaban los discípulos a pesar de estar cerradas las puertas? Debemos saber que la acción divina no sería admirable si la razón humana la pudiera comprender, y que la fe no tendría ningún mérito si la razón la proveyese de pruebas experimentales. Las obras de nuestro Redentor que por ellas mismas son absolutamente incomprensibles, las debemos meditar a la luz de sus demás acciones, de tal manera que seamos inducidos a creer estos hechos maravillosos a través de otros que lo son todavía más. Porque este cuerpo del Señor que iba al encuentro de los discípulos a pesar de estar cerradas las puertas, es el mismo que por su Natividad se hizo visible a los hombres cuando salió del seno también cerrado de la Virgen. No debemos extrañarnos que nuestro Redentor, después de resucitar para vivir para siempre, entrara a pesar de estar cerradas las puertas, puesto que, habiendo venido a este mundo para morir, salió del seno de la Virgen sin abrirlo.

Y ya que la fe de los que miraban este cuerpo visible seguía dudando, el Señor les ofreció que tocaran esta carne que él mismo había hecho pasar a través de las puertas cerradas… Ahora bien, lo que se toca necesariamente se corrompe, y lo que no se corrompe no puede ser tocado. Pero de una manera maravillosa e incomprensible, nuestro Redentor nos hizo el don de ver, después de su resurrección, un cuerpo incorruptible y, al mismo tiempo, palpable. Mostrándolo incorruptible, nos invitaba a la recompensa; dejándonoslo a tocar, nos confirmaba en la fe. Así pues, se hizo ver al mismo tiempo incorruptible y palpable, para mejor manifestar que después de su resurrección su cuerpo seguía siendo de la misma naturaleza, pero que estaba elevado a una gloria del todo diferente.

  • PREPARACIÓN REMOTA:

Textos

  • ORATIO

La oratio es el tercer momento de la Lectio Divina, consiste en la oración que viene de la meditatio. “Es la plegaria que brota del corazón al toque de la divina Palabra”. Los modos en que nuestra oración puede subir hacia Dios son: petición, intercesión, agradecimiento y alabanza.

Antífona de entrada Cf. Sal 65, 1-2
Aclame al Señor toda la tierra.
Canten la gloria de su nombre. Aleluia.

Oración colecta
Dios nuestro,
que tu pueblo se alegre siempre por la nueva vida recibida,
para que, con el gozo de los hijos,
aguarde con firme esperanza el día de la resurrección final.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor,
las ofrendas de tu Iglesia desbordante de alegría
y después de haberle concedido el motivo de un gozo tan grande,
concédele participar de la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión (Lc 24, 46-47)
El Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día,
y en su nombre debía predicarse a todas las naciones
la conversión para el perdón de los pecados. Aleluia.

Oración post comunión
Padre, mira con bondad a tu pueblo,
y, ya que lo has renovado con los sacramentos de la vida eterna,
concédele alcanzar la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

  • CONTEMPLATIO

El último momento de la Lectio Divina: la contemplatio, consiste en la contemplación o admiración que surge de entrar en contacto con la Palabra de Dios. Esta consiste en la adoración, en la alabanza y en el silencia delante de Dios que se está comunicando conmigo.

«Miren mis manos y mis pies, soy Yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo».