Señor, queremos pedirte por las Catherinas de Fasta,
te rogamos les concedas la gracia de la fidelidad y la perseverancia.
Que un sí magnánimo sea la respuesta consciente y libre
que quieran ofrecerte al consagrar sus vidas y ponerlas a tu servicio.
Quita, Señor, de sus corazones todos los resabios de envidias,
egoísmos, pequeñeces. Dales un corazón puro y fervoroso,
tierno y valeroso, que, a ejemplo de Nuestra Madre la Santísima Virgen María,
y de Santa Catalina de Siena, solo busque servirte a Ti,
Dios Verdadero, y a tu Hijo Jesucristo Nuestro Señor.
Que en cada día de sus vidas consagradas puedan buscarte y encontrarte,
alabarte y amarte, con alegría y esperanza,
para poder, de esta manera, servirte en cada hermano o hermana de Fasta que las necesite.
Que respondiendo con rectitud de intención a su vocación-misión
puedan ayudar a crecer a Fasta como Reino de Dios, en santidad y comunión miliciana.
Todo esto te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor,
por intercesión de María Santísima del Rosario, y nuestra patrona Santa Catalina de Siena.
Amén.