El día nos acerca
al fin de la jornada
pidamos al Eterno
proteja a nuestras almas
y nos ayude siempre
a mantener la gracia.
Que alumbre la Ciudad
el sol de la esperanza
y la sostenga indemne
de corrupción e infamia
la fe del miliciano
que habita en sus murallas.
Que la haga pura y limpia
la inocente plegaria
de niños Escuderos
y Caperuzas Santas
jugando con el Cristo
que los llama a la Fasta.
Que Templarios la guarden
y la Adalid la haga casa
para que habite el amor
que transfigure sus almas
y sea templo para Dios
y para la Patria alcázar.
Gloria al Eterno Padre
a Él toda la alabanza
y al Cristo que nos convoca
a la Ciudad Miliciana
y al Espíritu Paráclito
que santifica y da gracias.