Señor de los ejércitos
Rey de las almas
infunde con tus dones
fe miliciana
a los que convocaste
desde tu gracia
a hacer de nuestras vidas
Ciudad de FASTA.
Que cuando el miliciano
haga plegaria
las voces interiores
que lo reclaman,
se encuentre con el Cristo
que lo llama
a vivir en vigilia
de Dios y Patria.
Sea el honor y la gloria
y la alabanza
al Cristo de los Rucas
que nos acompaña
en unidad con el Espíritu
que nos da gracia
y al Padre Eterno y Santo
que nos creara.
Amén.